viernes, agosto 31, 2012

Improvisaciones en un diario

Pasado.


Teclea con dedos torpes las letras que levitan en el teclado de la pantalla. No tiene ganas de dar explicaciones y se deja arropar por el aura aislante que desprende para las grandes ocasiones de tristeza.
No necesita que le enseñen el origen de la piedra filosofal, ni el estallido primario que hizo surgir el universo, ni las doctrinas tántricas del bienestar o la entereza que dan la paz y la vida. No necesita que le abofeteen literariamente con un guante de seda, ni que le escupan sobre los ojos adjetivos duros acerca de actitudes (¿o eran aptitudes?) primarias.
 Los martillos neumáticos suenan como orquesta de fondo y las voces, antes apagadas, van arañando como los dedos de la zarza de septiembre, van ocupando el espacio antes vacío que dormitaba entre silencios, entre el humo de las almohadas y el respaldo de los sillones.
A lo lejos, suenan tacones acercándose y corazones alejándose. El eco de las piedras lanzadas al agua reverbera en la espuma de los recuerdos: ¿qué extraño cuadrante abarca los movimientos que nunca hacemos, los abrazos implicados, los abandonados reproches, los actos inconclusos, las caídas reiteradas?
Cae el estío con la fuerza de la desgana y el viento enfría los descubrimientos tardíos y desagradables de las sorpresas.
Es tiempo de mudanzas.

La vida…es acordarse de un despertar
triste en un tren, al alba: haber visto
fuera la incierta luz: haber sentido
en el cuerpo cansado la melancolía
áspera y virgen del aire punzante. 
                        Sandro Penna

2 comentarios:

  1. ¡Dichosos los que saben improvisar un diario! Si, como decía, Ernesto Sábato "vivir es construir futuros recuerdos" ¿qué será improvisarlos? ¿Construir ficticias realidades? ¿Es que existe alguna realidad que no lo sea?
    Sabes despertar y distinguir el sueño, sabes recordar mientras inventas memoria, saber parcelar el tiempo día a día y aún así mirarte en la sorpresa.
    ¿A qué estás esperando para saltar?

    ResponderEliminar
  2. Sólo sé que no sé nada, querido amigo.
    Gracias por los ánimos: siempre son bienvenidos en estos tiempos.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar